martes, 26 de abril de 2011

Justificacion

La moda de “embellecerse el cuerpo” gana seguidores y adeptos cada día.
Hacerse un tatuaje o ponerse un piercing es una seña de identidad entre los
jóvenes, un signo de pertenencia y en su caso un detalle de rebeldía.
Decorarse el cuerpo es una tarea en apariencia sencilla e incluso no
excesivamente cara pero es una decisión importante y por lo tanto no se puede
dejar llevar por la improvisación o por las prisas. Un tatuaje, un piercing
comporta ciertos riesgos que hay que conocer y valorar.

Marco Teorico

Los tatuajes fueron una práctica eurasiática en tiempos neolíticos, y se han encontrado incluso en una momia del siglo II d.C
En 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos, con 57 tatuajes en la espalda. Esta momia es conocida como el Hombre del Hielo o como Ötzi, es el cadáver humano con piel más antiguo que se ha encontrado, y su antigüedad varía según distintos autores: Cate Lineberry, del Smithsonian, calcula para él unos 5,200 años de antigüedad. A partir de este descubrimiento se puede decir que el tatuaje es tan antiguo como el propio ser humano. Sin embargo, las distintas culturas que utilizaron el tatuaje lo hicieron de distintas maneras; tanto como arte, en el sentido de creación de significados rituales o simbólicos, como ocurría en el Antiguo Egipto, como para marcar o señalar a los criminales, que es el caso de las antiguas Grecia y Roma. Incluso se cree que, por su posición en el Hombre de Hielo, las marcas cumplieron un fin terapéutico.